¿Qué significa y cuál es la diferencia entre kW y kWh?

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El kW y el kWh son dos conceptos que intervienen en tu factura y conforman el precio que pagas por la energía. El kW determina la potencia contratada y el término fijo que pagas por la luz, mientras que el kWh será el indicador de la energía consumida de luz o gas y determinará el precio que pagas por tu consumo.

¿Qué es un kW de luz?

El kW (kilovatio) es una unidad de medida que se utiliza para cuantificar la potencia eléctrica de luz que soporta la instalación del inmueble. La unidad que utiliza para medir es el vatio (W), por lo que un kilovatio equivale 1.000 W (1.000 W = 1 kW).

A su vez, un vatio (W) equivale a 1 Julio/1 segundo. Por lo que un equipo que consuma 1 kW durante una hora gastará un total de 1.000 Julios en 1 segundo. Si tu potencia eléctrica contratada es de 4,6 kW, significará que no puedes consumir más de 4.600 julios en 1 segundo o los plomos de tu cuadro eléctrico saltarán.

En los suministros eléctricos, el kW se utiliza para indicar la potencia máxima que soporta un hogar, al igual que los electrodomésticos indican en su ficha técnica la cantidad de W que necesitan para funcionar.

Por lo tanto, los kW en el suministro eléctrico de un hogar, indicarán la velocidad a la que se consume la energía, es decir, la cantidad de energía que pasa por los elementos conductores en un determinado momento, por lo que define la cantidad de electrodomésticos que se podrán conectar al mismo tiempo.

Por ejemplo, una plancha doméstica de vapor necesita entre 2.200 y 2.400 vatios para funcionar correctamente mientras que, una casa sin calefacción eléctrica de dos personas necesita una potencia eléctrica de 3,45 kW para soportar la electricidad que necesitan los aparatos de ese hogar.

En una factura eléctrica, el kW recibe el nombre de término de potencia. Descubre en qué afecta este concepto a tu recibo de luz.

Una forma rápida de decidir qué potencia eléctrica contratar, es sumar los kW que necesitan los electrodomésticos que el usuario suele tener encendidos a la vez. La cantidad de kW que se obtengan de esa suma, indicará la potencia eléctrica contratada que se necesita. Para hacer un cálculo mucho más exacto es conveniente tener en cuenta el número de personas que residen en la vivienda y el tamaño de la misma.

Desde octubre de 2018, los usuarios pueden contratar la potencia eléctrica en escalones de 0,1 kW. Hasta esta fecha, los consumidores en baja tensión debían contratar los tramos de potencia normalizada establecidos por el Gobierno.

¿Qué es un kWh?

El kWh es una unidad de medida que se emplea para contabilizar el consumo eléctrico que se ha realizado durante un periodo de tiempo. El kWh mide el consumo de energía en kilovatios hora.

Como se indicaba anteriormente, 1 vatio equivale a consumir 1 Julio durante 1 Segundo. Por tanto, 1 kW, representa el consumo de 1.000 Julios durante 1 Segundo. Por ejemplo, un equipo que consuma 1 kW y esté encendido 1 hora, gastará un total de 3.600.000 Julios. Esto equivale a decir que ha gastado 1 kWh (kilovatiohora) de energía.

Actualmente el kWh se utiliza en el sector energético para facturar el gasto de luz o de gas realizado por los consumidores. Por ejemplo, un frigorífico estándar consumirá durante un mes aproximadamente 55,16 kWh.

Dentro de la factura de luz, este valor viene indicado como "término variable", "término de consumo" o "término de energía" dependiendo de cómo lo denomine la comercializadora con la que el usuario tiene contratado el suministro.

¿Cómo se miden los kWh consumidos en un inmueble?

La cantidad de kWh que se han gastado en una vivienda o local se contabilizan en el contador digital de luz mediante la lectura del contador. Este sistema de medición registra el gasto de electricidad efectuado, lo envía de manera automática a la compañía y esta procede a calcular el precio establecido para su posterior facturación.

En contadas ocasiones puede darse el caso de que la compañía no pueda realizar la lectura. En estos casos, será el propio usuario el encargado de resolver el malentendido, enviando a la distribuidora la lectura del contador de luz.

Diferencia entre el kW y el kWh

Mientras que kW es la cantidad de potencia que el inmueble puede demandar durante un momento determinado, el kWh es la cantidad de energía consumida durante un periodo de tiempo.
¿Cuál es la diferencia entre kW y el kWh?
Características de cada uno
kW
Indica la cantidad de vatios que un inmueble puede llegar a soportar a la vez
Establece el importe por la potencia contratada a pagar en tu recibo.
En la factura se denomina "término de potencia".
No existe en el recibo del gas, es reemplazado por el término fijo que depende de la tarifa de acceso.
kWh
Define la cantidad de energía consumida
Establece el importe por la energía consumida a pagar en tu recibo.
En la factura se denomina "término variable", "término de consumo" o "término de energía".
El kWh tiene la misma función en la factura del gas y en la factura de la luz.

El kW y kWh en la factura de luz y gas natural

Tanto la factura como las tarifas vienen determinadas por dos conceptos que son la parte fundamental que conforma el precio que el usuario pagará por la energía>: el kW y el kWh.

 Factura de luz: ¿cómo intervienen el kW y el kWh?

En la factura de luz, el kW define el precio que hay que pagar por eltérmino de potencia . El precio de este término lo fija la tarifa que tenga el usuario contratada. Supongamos que un usuario, con una potencia contratada de 4,6 kW tiene una tarifa de luz cuyo término de potencia tiene un precio fijo de 0,1124 €.

¿Cómo se calcula el término de potencia en la factura? Precio kW x Número kW en la potencia contratada x Días de facturación = 0,1124 € x 4,6 kW x 30 días

El kWh, por su parte afectará al término de energía. El precio del kWh se define también en la tarifa que el usuario tenga contratada. Supongamos que el mismo usuario anterior ha consumido 300 kWh en el plazo de un mes y el precio del kWh que marca su tarifa es de 0,1198 €.

¿Cómo se calcula el término de energía en la factura? Precio del kWh x Número de kWh consumidos = 360 kWh x 0,1124 €

 Factura de gas: ¿como intervienen el kW y el kWh?

En la factura del gas, el kW no se utiliza, ya que en el caso del gas no existe la potencia contratada. El término de potencia se sustituye por el término fijo y este depende de la tarifa de acceso que el usuario tenga contratada

En cuanto al kWh, este funciona igual que en la factura de la luz. Aunque el gas se mide en metros cúbicos, se utiliza el factor de conversión del gas natural para convertirlos en kWh y así poder facturar el consumo de esta energía.

Precio bajo en el kW o en el kWh, ¿qué es más importante?

A la hora de ahorrar en la factura, es muy importante que el consumidor repare en el precio de la potencia contratada (kW) y en el precio del kWh que se indica en cada tarifa. Esto le va a servir para comparar los precios de las diferentes tarifas que existen en el mercado.

Al ser dos conceptos diferentes, puede existir la posibilidad de que algunas tarifas tengan el término de potencia más alto y el de la energía más bajo y otras tarifas lo tengan a la inversa. Saber qué concepto interesa que sea más bajo es fundamental a la hora de ahorrar en la factura.

El consumidor deberá tener en cuenta que cuanto más alta sea la potencia contratada, deberá buscar tarifas con el precio del kW más económico posible. Mientras que cuanto mayor sea tu consumo en kWh, menor debería ser el precio del kWh de tu tarifa.

Es muy importante a la hora de ahorrar en la factura de la luz que el usuario tenga en cuenta las diferentes modalidades de tarifas que hay en función del precio del kWh:

  • Precio del kWh en los diferentes tipos de tarifas de luz
  • Tarifas con precio fijo para el kWh: el precio del kWh será el mismo las 24 horas del día.
  • Tarifas con discriminación horaria: estas tarifas tienen distintos precios para el kWh dependiendo de la hora en la que se realice el consumo. Por la noche el precio del kWh es inferior.
  • Tarifas con el precio del kWh por horas: en estas tarifas el usuario paga por el kWh al precio que marca el mercado energético. Un ejemplo de este tipo de tarifa es la PVPC.

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