Así caí en los mitos que disparaban mi factura de luz sin saberlo (y cómo los desmonté uno a uno)
“Deja la luz encendida, que gasta más encender y apagar”, “lavamos a mano, que gasta menos que poner el lavavajillas”, “si el ordenador está en reposo casi no consume”… Si alguna de estas frases te suena, puedes estar pagando decenas de euros de más al año por culpa de mitos que se han colado en tu rutina casi sin darte cuenta. En este artículo revisamos uno a uno esos hábitos, los contrastamos con datos oficiales y te dejamos alternativas que sí te ayudarán a ahorrar en tu factura.
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Por qué distinguir entre mito y realidad marca la diferencia en tu factura
El mercado eléctrico ya es lo bastante complejo como para, además, tener que luchar contra ideas heredadas de hace años que hoy ya no son ciertas. La buena noticia es que muchos de esos mitos se desmontan con:
- Un vistazo a los datos de consumo real de los electrodomésticos.
- Un par de gestos sencillos que puedes cambiar desde hoy.
- Y algo de espíritu crítico con los “siempre se ha hecho así”.
Organismos como el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) o REE (Red Eléctrica de España) publican periódicamente datos sobre cuánta energía consume cada aparato y qué peso tiene en la factura de un hogar medio.
En corto: en qué se te va realmente la luz
Antes de entrar mito por mito, conviene saber dónde se va de verdad la electricidad en casa.
- Frigorífico: en torno a un 30% del consumo anual. (IDAE)
- Lavadora, lavavajillas y otros grandes electrodomésticos: alrededor de un 30–35% en conjunto. (Red Eléctrica de España)
- Iluminación: cerca de un 10–15%, según el uso y el tipo de bombillas. (CNMC)
- Consumo “fantasma” en standby: puede rondar un 7–10% del total. (IDAE)
Los mitos de la luz que siguen encareciendo tu recibo sin que lo notes
No todos los consejos sobre ahorro energético son malos, pero algunos se han quedado tan anticuados que hoy son justo lo contrario: una receta para pagar más.
Ni apagar ni dejar encendida: la verdad sobre las bombillas LED
La idea de que “apagar y encender gasta más que dejar encendido” viene de las bombillas incandescentes.
Con la tecnología LED actual, esto ya no tiene ningún sentido. Las bombillas LED consumen hasta un 90% menos de energía y no sufren por apagados frecuentes, por lo que, si no estás en una habitación, apaga las luces sin miedo.
El lavavajillas, el gran incomprendido
Lavar a mano es un clásico, pero también un despilfarro.
Según el IDAE, un lavavajillas eficiente y en modo “Eco” gasta entre 10 y 15 litros de agua, mientras que lavar a mano puede superar los 30 litros. Además, al calentar el agua manualmente, también sube tu consumo eléctrico.
El gasto “fantasma” que sigue encendido aunque apagues todo
Cargadores, routers, televisores, microondas… Si permanecen enchufados, siguen consumiendo energía incluso apagados, por lo que es vital conocer cuáles son los electrodomésticos que menos consumen en casa.
Es el llamado consumo fantasma, responsable de hasta un 10% del gasto total de electricidad en casa. Usa regletas con interruptor o enchufes inteligentes para cortar el suministro cuando no los necesites.
Apagar, desenchufar y revisar tus hábitos de uso puede reducir tu consumo eléctrico hasta un 15% anual. A veces, ahorrar empieza por cuestionar lo que siempre diste por cierto.
Dejar el ordenador encendido “por si acaso”
El modo reposo no es gratis. De hecho, mantener el ordenador encendido durante horas de inactividad puede suponer varios euros extra al mes.
Si no vas a usarlo en un buen rato, apágalo completamente y desenchufa el equipo, ya que ganarás en ahorro y también alargarás su vida útil.
Ciclos cortos de lavadora: más rápidos, pero no más eficientes
Los ciclos “rápidos” de la lavadora suelen utilizar más energía para compensar el menor tiempo de lavado. En cambio, el programa “Eco” lava durante más tiempo, pero a menor temperatura, lo que reduce el consumo eléctrico y el de agua.
De esta forma, el ahorro medio puede llegar al 30% por cada lavado.
💡 Te recomendamos que también leas: ¿Cuánto consume una lavadora?
El agua caliente no siempre limpia más
La mayoría de detergentes modernos están formulados para ser eficaces incluso con agua fría.
Por ende, calentar el agua supone cerca del 90% del consumo energético de la lavadora, así que optar por temperaturas bajas es la mejor decisión tanto para el bolsillo como para el planeta.
Placas solares: inversión que se amortiza antes de lo que crees
Es cierto que instalar paneles solares requiere inversión, pero no es un gasto “a fondo perdido”. En función de tu consumo y la orientación del tejado, la amortización puede lograrse en entre 4 y 6 años.
Además, los programas de ayudas estatales y autonómicas reducen notablemente el coste inicial.
Poner los electrodomésticos por la noche siempre sale más barato, ¿seguro?
Es uno de los mitos más repetidos… y también uno de los que más confusión genera.
Mucha gente cree que poner la lavadora o el lavavajillas por la noche siempre supone un ahorro, pero esto solo ocurre si tienes una tarifa con discriminación horaria del mercado libre o si perteneces al mercado regulado (PVPC), donde el precio cambia cada hora y cada día.
Si estás en el mercado libre con una tarifa de precio fijo, da igual si programas tus electrodomésticos a las 3 de la madrugada o a las 10 de la mañana: el precio por kWh será el mismo durante todo el día.
💸 Algunas de las compañías de luz más baratas ofrecen tarifas estables que te permiten mantener siempre el mismo precio por kWh, sin depender del reloj ni de los picos del mercado, ganando estabilidad y previsibilidad en tus facturas y, por ende, en tu bolsillo.
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