El fin de la “conducción gratis”: así será el impuesto al coche eléctrico en Reino Unido

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Carga de vehículo eléctrico

Conducir un coche eléctrico en Reino Unido pronto podría dejar de ser sinónimo de “conducir gratis”. El Gobierno británico se plantea aplicar un impuesto por cada kilómetro recorrido a partir de 2028 para compensar la pérdida de ingresos fiscales procedentes de la gasolina y el diésel. Una medida que, aunque busca ser justa, abre un debate que podría llegar pronto a otros países europeos.

En la actualidad, los coches eléctricos están exentos de pagar impuestos por combustible y disfrutan de ventajas fiscales en varios países. 

Por eso, Reino Unido se plantea aplicar una tasa de 3 peniques por milla (unos 0,02 € por km) para mantener el sistema de carreteras y servicios públicos sin depender del petróleo.

Así es el plan ‘VED+’: pagar por conducir según lo que recorras

El plan, conocido internamente como “VED+”, funcionaría mediante un sistema de prepago: el conductor declararía su kilometraje estimado a comienzos del año y pagaría por adelantado. 

Si recorre menos, se le devolvería el excedente; si supera lo declarado, se abonaría la diferencia. La idea es que este modelo evita instalar dispositivos GPS, protegiendo la privacidad de los usuarios.

Un nuevo modelo fiscal para la era eléctrica

El Gobierno británico quiere que todos los conductores contribuyan al mantenimiento de las carreteras, independientemente del tipo de vehículo que utilicen. Es un cambio de mentalidad que busca adaptar la fiscalidad a la transición energética.

Según las estimaciones del Tesoro británico, un conductor medio que haga 8.000 millas anuales (unos 12.900 km) pagaría alrededor de 240 libras (272 €) adicionales al año. Un coste moderado comparado con las 600 £ que pagan los conductores de gasolina solo en impuestos sobre el combustible, pero suficiente para despertar un intenso debate social.

Coste medio estimado en 2028

  • Vehículo eléctrico (12.900 km): ≈ 495 €
  • Vehículo de gasolina (12.900 km): ≈ 681 €
  • Ahorro anual estimado: 186 €

Industria y expertos chocan por el futuro fiscal del coche eléctrico

La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Vehículos (SMMT) ha calificado la propuesta de “error estratégico” que podría frenar las ventas de coches eléctricos en un momento crítico para la industria. Según su portavoz, “imponer nuevos impuestos justo cuando se necesita incentivar la electrificación es dar un paso atrás”.

Pero otros economistas defienden que esta tasa es inevitable. La movilidad eléctrica requiere un nuevo modelo de financiación pública y esta puede ser la vía más equitativa. En palabras de varios expertos, “no se trata de castigar al coche eléctrico, sino de adaptar el sistema fiscal al futuro”.

Una medida que podría cambiar la forma en que entendemos la movilidad eléctrica

La medida se presentará oficialmente en el presupuesto nacional del 26 de noviembre de 2025 y, si se aprueba, entrará en vigor en 2028. Hasta entonces, el Reino Unido abrirá un proceso de consulta pública para definir cómo controlar el kilometraje y ajustar la fiscalidad sin penalizar a los hogares con menos recursos.

Hoy, cargar un vehículo eléctrico en casa cuesta entre 0,08 € y 0,12 € por kWh en Reino Unido, pero si se suman los nuevos impuestos, el ahorro frente a los coches de combustión podría reducirse. Aun así, los eléctricos seguirían siendo más baratos a largo plazo, sobre todo si se combinan con autoconsumo solar o tarifas con discriminación horaria.

Lo que está claro es que el debate no termina aquí. El impuesto por kilómetro plantea una pregunta que también acabaremos haciéndonos en España: ¿cómo financiar las carreteras en un mundo donde cada vez se vende menos gasolina?

Cómo impactaría en España: menos ingresos por carburantes y un país donde el coche sigue mandando

En España todavía no hay una propuesta concreta sobre un impuesto por kilómetro, pero el debate ya está en marcha. En 2024, los Impuestos Especiales aportaron 22.128 millones € a la recaudación estatal (un 6,6 % más que el año anterior), según el Informe Anual de Recaudación Tributaria de 2024 de la Agencia Tributaria

Dentro de ellos, el Impuesto sobre Hidrocarburos se mantuvo como una de las principales fuentes de ingresos pese a la leve caída del consumo de carburantes.

Así, si la electrificación del parque automovilístico continúa al ritmo previsto, parte de esa recaudación vinculada al combustible tenderá a disminuir, y el Estado necesitará nuevas fórmulas para financiar las carreteras. 

A ello se suma que el coche privado sigue siendo el modo de transporte dominante: en 2024, concentró el 84 % de los pasajeros-kilómetro del transporte interior de viajeros, según el Observatorio del Transporte y la Logística en España (OTLE).

Este escenario abre la puerta a medidas similares a las británicas, especialmente si se quiere garantizar la sostenibilidad de las infraestructuras sin frenar la transición hacia una movilidad eléctrica. 

Y es que un eventual pago por kilómetro afectaría, por tanto, a la mayoría de desplazamientos cotidianos, con efectos distintos según renta, zona (rural/urbana) y disponibilidad de transporte público, por lo que será más esencial que nunca contar con la tarifa de luz más barata para un coche eléctrico.

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